Sin duda alguna este mundo está lleno de oportunidades, y si de algo podemos estar seguro es que eso no va a dejar de ser así.
Las oportunidades están siempre ahí, esperando que podamos verlas y tomarlas, lo que realmente no sucede tanto como uno quisiera, pero lo que nos enseña la historia del capitalismo es que el número de oportunidades aprovechadas solo aumenta y eso es bueno.
Hoy, una realidad muy clara y evidente es que la tercerización y la delegación de etapas de producción son modalidades elegidas por los grandes grupos empresarios para hacer frente a la carrera competitiva cada vez mas encarnizada. Y de esta realidad resulta que se abren cada minuto nuevas ventanas de oportunidades a grupos organizados que cuenten con las capacidades para hacerse cargo de estas etapas y aspectos, ofreciendo una relación costo beneficio que resulte apetecible a estos grandes capitales.
Así es que de repente, un país; pobre, explotado, vaciado de toda riqueza natural y que a duras penas subsiste por culpa de su inflada deuda y de su (rara en el mundo) política de educación y salud universal gratuita, (que le cuesta tanto dinero) que usualmente empieza cada mañana tomando conciencia de que no es mas que una empobrecida y mal remunerada sociedad...se despierta un día con la noticia de que porque son pobres, mal remunerados y altamente educados son el país mas tentador y prometedor en una industria que hasta hacia minutos no importaba en lo mas mínimo pero que ahora promete un crecimiento astronómico.
A Argentina le tocó vivir esa situación a fines del siglo XX y ahora una década mas tarde podemos reflexionar sobre algunos puntos.
-La educación no lo es todo: importan aspectos cuasi ideológicos que hacen a lo que podríamos llamar la filosofía local de producción. Y que determinan la diferencia entre países o regiones a la hora de elegir donde delegar un determinado proyecto. Sobre esto, el ejemplo mas claro es el de la diferencia entre Argentina e India, dos países que cumplen con alto número de profesionales (baratos), alto recambio (diplomacia para decir: desechables apenas se dan cuenta que su trabajo podría valer mas), infraestructura actualizada y leyes que favorezcan.
Ambos países son la primera elección para corporaciones que necesiten tercerizar con niveles de competitividad elevados. Sin embargo, uno de esos países posee un número elevadísimo de profesionales, con una filosofía de trabajo que parece hacer un culto al cumplimiento de procedimientos, si bién esto significa , como precio a pagar, que le resulte más difícil improvisar soluciones nuevas ante situaciones inesperadas.
A la vez la explotación que existe hace que el recambio sea demasiado rápido, hay veces en que ni se puede saber cuantas personas han trabajado en tal proyecto (por lo que la seguridad y confidencialidad puede quedar resentida).
Por otro lado tenemos un país que tiene menor número de profesionales, su recambio es mucho menor y su filosofía de trabajo se basa en la improvisación y en esperar lo inesperado para resolverlo rápidamente. Con, por supuesto, el consiguiente costo en cumplimiento de procedimientos. (Que en el criterio del lector darse cuenta cual país corresponde a cada descripción).
-Espacio y tiempo: No son variables a tomar ligeramente. No es lo mismo un país en la misma zona horaria a uno que está del otro lado del mundo, que posee un horario de trabajo completamente opuesto al de la compañía contratante con lo que puede resultar realmente un infierno coordinar reuniones o proyectos colaborativos. Es cierto que después de años han sabido resolverse o encararse estas dificultades con recursos como horarios de trabajo adaptados y herramientas colaborativas coordinadas con sistemas de comunicación más eficientes, pero la realidad es que esto solo ha acortado la diferencia, la cual continúa existiendo.
Continúa...
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